lunes, 27 de junio de 2016

¿Quién es un experto en vino?

Os dejo aquí un articulo que leí estos dias, es un corta pega del blog de "Terroarista" que así se llama el autor, versa sobre un tema habitual en todas las conversaciones sobre vino

Catavinos. definición de la RAE.
1. m. y f. Persona que tiene por oficio catar los vinos para informar de su calidad y sazón.
2. m. coloq. Borracho que anda de taberna en taberna.

"Dos experiencias vividas en primera persona (y que provocan la hilaridad de todos los escépticos, probablemente con razón) me invitan a reflexionar sobre las supuestas habilidades de los catadores, la gran influencia mediática de los (divinizados) creadores de tendencias y en definitiva de la imposibilidad de discernir a ciegas los valores de calidad de un vino.


Experiencia 1.


El 24 de abril asistí a la Cata por Parejas de Vilaviniteca. No creo que me equivoque si afirmo que una muestra de los catadores más prestigiosos de este país estaban presentes, entre ellos Luis Gutierrez, catador de la prestigiosa revista The Wine Advocate, la publicación del todopoderoso Robert Parker.
Quim Vila, uno de los dueños de Vilaviniteca, con inteligencia y astucia nos invita a poner en el sobre de las respuestas cual es el vino que más nos ha gustado de entre los siete vinos del mundo presentados a ciegas. Cuando llega el momento de descubrir los vinos empezamos a alucinar. Un vino del Ródano, 255 euros, Ribera del Duero, 100 euros, el resto todos entre 30 y 60 (ver mi anterior publicación) hasta que al fin llegamos al último vino. Quim Vila nos informa que es el vino que más ha gustado a los concursantes, un 30 % lo ha elegido como el mejor. Precio de venta al público, 7 euros.
De hecho podría afirmar que el más caro, el vino francés del Ródano, no recibió el apoyo de ninguno de los participantes.


Experiencia 2.


Estaba la semana pasada en un clase con uno de los más prestigiosos formadores de este país, una auténtica eminencia, libre de toda sospecha, al que admiro y respeto profundamente. Nos estaba mostrando el futuro del vino español a través de elaboradores jóvenes o no tan jóvenes, pero todos valientes y con la ilusión de hacer cosas diferentes. La cata estaba dividida en vinos atlánticos, mediterráneos, de Jerez y de la meseta. Cada vino era presentado con una foto del viñedo y la botella tapada, para no sugestionarnos con la etiqueta. Todos de cepas viejas, de parajes insólitos, de producciones muy pequeñas. Acabamos con los vinos atlánticos y nos tomamos un descanso. A la vuelta empezamos con el único vino blanco mediterráneo. Vemos el lagar de piedra en el que ha sido elaborado. Es una sauvignon blanc con 15% de semillón de la D.O. Costers del Segre.
Profesor: Sentís la piedra, el sílex, y sobre todo la acidez, como un cuchillo.
Un alumno: ¿y este volumen en boca?
Prof: es la semillón, que aporta la grasa y esa presencia en boca.
La mayoría estábamos buscando esos parámetros y la mayoría encontrándolos cuando llega el momento de enseñar la botella. Por un error a la hora de tapar los vinos habían puesto un vino de la selección de atlánticos, uno que acabábamos de probar todos unos minutos antes, de las islas Canarias. Nadie se dio cuenta, incluido el profesor. Abrimos la botella de sauvignon blanc y, obviamente, no se parecía en nada a la interior. Sería bueno destacar la gran diferencia de color, dorado el canario, blanco casi transparente el catalán. Repito, nadie se dio cuenta.

Los escépticos, esos que se ríen de nosotros por nuestro poco razonable juicio a la hora de evaluar y hablar de un vino, no necesitan debatir para tener razón.
Y debemos tragarnos comentarios tan agudos (y dolorosos) como:
Explicame, ¿no hay un grupo de personas que estén siempre en la final, capaces de imponerse cada año?. Un grupo de favoritos por razones obvias de talento, experiencia y conocimiento. Entonces, es un concurso,¿no?.”
Presentarse muchas veces y tener algo de suerte es la clave para un concurso como este (quizá haya algo de razón, yo un año pasé a la final).

La cosa empeora cuando buscamos la ayuda de la ciencia.
En el año 2004 Frédéric Brochet, enólogo, y Gil Morrot investigador en CNRS-Inra realizaron el siguiente experimento. A sus alumnos de segundo año de enología les pusieron dos vinos, uno blanco y uno tinto, y les invitaron a describirlos. Todos hicieron bien su trabajo y describieron con precisión las características de los dos vinos, uno como blanco y el otro con todos los descriptores de un vino tinto. La realidad era otra bien distinta; era el mismo vino blanco, el segundo teñido con un colorante sin sabor ni olor.

Estos mismos investigadores hicieron un segundo experimento. A 57 de sus estudiantes (pobres) les dieron a degustar un Château Latour (puede que no tan pobres) uno de los célebres 5 premier cru classé del Medoc (unos 800 euros la botella) y con unos días de intervalo un conocido vino de mesa francés, Vieux Papes diciéndoles que era el mismo vino. Los estudiantes creían que ambos eran el vino de mesa y el 90% no se dio cuenta del cambio. Peor aun, describieron el vino de mesa como criado en barrica cuando, obviamente, nunca había tenido contacto con madera.

Jordi Ballester y Dominique Valentin, investigadores de la universidad de Borgoña, aportan una opinión decisiva en un artículo publicado en la Revue des Oenologues el pasado noviembre; “contrariamente a la idea más aceptada, los expertos en vino no tienen una nariz más desarrollada…La clave de su superioridad esta mucho más ligada a la habilidad de utilizar un lenguaje consensuado y a memorizar los vinos degustados”.

Hemos llegado al quid de la cuestión y al gran triunfo de los escépticos. Nosotros, los pretendidos “expertos” utilizamos un lenguaje de “expertos”, y, curiosamente, esto nos alza hasta la categoría de “experto”. Llevamos tanto tiempo escuchando que utilizamos un lenguaje críptico e incomprensible que no nos hemos detenido a pensar que sin ese lenguaje tan raro y tan lejano descendemos al escalón de simples amantes de vinos.

Somos catadores imperfectos, dueños de un lenguaje obsoleto y difícil de defender y que sin embargo es nuestra única herramienta, no somos capaces de diferenciar, cuando no vemos la etiqueta, el vino más caro, y cuando nos separan la calidad del precio estamos más que perdidos. No podemos fiarnos de los críticos porque, como nosotros, emplean un lenguaje raro y son catadores imperfectos, aunque creen tendencias y en definitiva impongan una dictadura de precios.

En el fondo me alegra saber que nadie sabe nada. Estimados amigos, fíense de su paladar y sepan que nadie en este mundillo puede definir, sin caer en tópicos y lugares comunes, la calidad. Y no se puede definir porque nunca vamos a llegar a un acuerdo de cuales son los parámetros cuantificables que garanticen la calidad para todos los gustos de todas las personas en todos los países. Y mucho menos si añadimos la variable tiempo. Habrá modas, detractores de esas modas, copias malas, copias buenas, vinos honestos, vinos sin talento, vinos outsiders, habrá de todo, o eso espero y en ese mar de vinos mágicos y estimulantes, vinos sin interés, vinos torpes pero honestos, vinos de toda calaña y condición, estaremos algunos contando historias, espero que con un nuevo lenguaje. Otros nos acercaran a la mesa los vinos que les gustan, y también nos contarán su historia."







viernes, 17 de junio de 2016

15/06/2016 4ª Cata "Eguren vs Palacios Remondo" tradición riojana











A la cuarta va la vencida, esta vez no he sido yo el que seleccionó los vinos. Desde aquí, agradecer a Óscar las molestias y el trabajo realizado para llevar a cabo esta magnífica cata.
La propuesta que nos brindó nuestro amigo, nos dejó muy buen sabor de boca, por una parte riojas, que en el grupo es una apuesta segura, y por otra parte dos bodegas de contrastada calidad como son Sierra Cantabria y Palacios Remondo.
Sobre Bodegas Sierra Cantabria comentar que se trata de una bodega propiedad de la familia Eguren Ugarte, que desde 1870 llevan produciendo vinos en la rioja y más recientemente en varios puntos de nuestra geografía, Bodega Teso la Monja en la D.O. Toro, o de otras bodegas más pequeñas en la misma Rioja como Señorío San Vicente, Dominio de Eguren o Viñedos de Páganos.
Palacios Remondo fue fundada en 1945 por José Palacios Remondo, padre de Alvaro Palacios y de Chelo que actualmente dirigen la bodega familiar. Álvaro Palacios es uno de los destacados nombres del panorama vitivinícola Español el cual es artífice de grandes vinos como L'Ermita en el Priorat o la Faraona en el Bierzo.


1º Sierra Cantabria Colección Privada 2013 (Bodegas Sierra Cantabria) Rioja Alavesa (23,80 euros)
100% tempranillo
14,5 %vol
  Sierra Cantabria Colección Privada es un monovarietal de la variedad Tempranillo. La uva procede de dos viñedos de más de 50 años de edad que la bodega tiene en propiedad, Finca Los Terreros y Jararte, ambos situados en San Vicente de la Sonsierra muy cerca del Río Ebro.
Se encuentra a 500 metros de altitud sobre el nivel del mar y cuenta con un suelo arcillo-calcáreo, pobre con mucha piedra, grava y sedimentos que proporcionan un buen drenaje.
En esta zona confluyen varios tipos de climas. Atlántico, Mediterráneo y Continental. Tres influencias muy diferentes que dan lugar a situaciones climáticas diversas, con inviernos no demasiado fríos y veranos suaves, con mucha diferencia de temperatura entre el día y la noche.
Bodega Sierra Cantabria trabaja la viña respetando los ritmos de la naturaleza, según la influencia de los astros y demostrando un gran respeto por el entorno. Únicamente se utiliza abono orgánico.
La vendimia se realiza de forma manual, en cajas de 20Kg que permiten que la uva llegue en perfectas condiciones a la bodega. Se realiza una exhaustiva selección en el viñedo, y se recogen únicamente aquellos racimos que presentan unas perfectas condiciones sanitarias y de maduración. Una vez en bodega, se realiza una segunda selección en mesas de selección.
La uva seleccionada fermenta en pequeños tinos de roble de 1.000 litros y se realizan pisados tradicionales dos veces al día al principio de la fermentación y una vez al día en los días finales. De esta manera se realiza una extracción muy suave del mosto.
La fermentación se realiza con levaduras autóctonas de la propia viña y a una temperatura controlada de 23 ºC. Sierra Cantabria Colección Privada realiza un envejecimiento de 18 meses en barrica nueva de roble francés y americano.
Un vino de Rioja maravilloso. Contundente pero delicado. Con mucha fruta y un gran paso por barrica. Un vino con mucha personalidad.
Gran intensidad olfativa, frutos rojos, regaliz, muy presente la sensación alcoholica. En boca carnoso y especiado. Final largo
17,1


 La montesa  2013 (Bodega Palacios Remondo) Rioja Baja (10,50 euros)
5% Mazuela, 45% Garnacha Tinta, 45% Tempranillo, 5% Graciano
14%vol
12 meses en barrica de roble francés y americano.
La bodega se encuentra en el municipio de Alfaro (La Rioja Baja) y su situación geográfica hace que este sea un clima claramente mediterráneo, con mucho más calor y menos precipitaciones que en la Rioja Alta. Este cambio se traduce en que las variedad mayoritaria plantada históricamente haya sido la Garnacha ya que se comporta mejor ante el calor.
Palacios Remondo La Montesa es un coupage en el que predomina la Garnacha con un poco de tempranillo y Mazuelo. La uva procede de viñas plantadas a una altitud de 550 metros. Sus suelos son principalmente calcáreo, arcillo-ferroso y con mucha presencia de cantos rodados. La vendimia se realiza de forma manual, aprovechando las horas de baja intensidad solar para mantener la uva fresca.
Una vez en la bodega, la uva se despalilla y pasa por un proceso de selección antes de realizar una maceración y fermentación a baja temperatura durante 23 días para extraer todos los aromas. Una vez acabada la fermentación se cría en barricas de diferentes años durante 12 meses.

Como dice Álvaro Palacios, La Montesa es un vino para disfrutar bebiendo.
Fruta madura, toques balsámicos,  presencia de tostados y arcilla. Coincidimos en que tiene un toque especial y es fácil de beber. Agradable y fresco.
15,1
3º Amancio 2011 (Bodegas Sierra Cantabria) Rioja Alavesa (65,88 euros)
100% tempranillo
14,5%vol
Amancio es un vino tinto elaborado a partir de uva de la variedad Tempranillo procedente de una única finca situada en el término de "La Veguilla", en la localidad de San Vicente de la Sonsierra.
Se trata de 15 hectáreas de viñas de entre 20 y 35 años de edad, podadas en vaso y en espaldera. El suelo es un suelo arcillo-calcáreo y con zonas de canto rodado en la superfície, que únicamente se abona con materia orgánica.
Un viñedo que arroja una muy escasa producción, pero de una uva de una maravillosa calidad.
La vendimia se realiza de forma manual y se traslada a la bodega en pequeñas cajas.
Se realiza una rigurosa selección de la uva, en términos de estructura, sanidad y madurez.
La selección es tan estricta que únicamente se utiliza alrededor de un 8% del total de racimos cosechado. Una vez la uva llega a la bodega se vuelve a realizar otra selección, esta vez de granos.
Selección sobre selección, partiendo de una finca que arroja de por sí una escasa producción. El resultado son unas uvas perfectas y acordes a lo que luego será este gran vino.
Las uvas seleccionadas se despalillan de forma manual antes de realizar una maceración prefermentativa en frío durante 6 días.
La fermentación se realiza en barricas de roble francés, aplicando dos pisados de la uva al día durante los 6 primeros días.
Una vez realizada la fermentación, se deja macerar durante 21 días con los hollejos antes de realizar la crianza durante 24 meses en barrica nueva bordolesa de roble francés. Durante la fase de envejecimiento se aplican trasiegos cada 4 meses.
Amancio es un excelente vino tinto, fruto de una uva de una maravillosa calidad y una cuidada selección.
Recomendamos decantar como mínimo dos horas.
Cata muy compleja, comienza con fruta negra pero con una transición a maderas, tostados. Elegante y expresivo. Paso muy sedoso y agradable. Final persistente.
18,7


4º La vendimia 2014 (Bodegas Palacios Remondo) Rioja Baja (8,40 euros)
50% Garnacha Tinta, 50% Tempranillo
14%vol
Vino tinto Roble. 5 meses en barrica de roble francés.


Palacios Remondo La Vendimia es un coupage de las variedades Tempranillo y Garnacha Tinta. La uva procede de viñedos propios plantados en vaso sobre la falda del monte Yerga, a unos 550 m de altitud sobre suelos arcillo-calcáreos.

Para su elaboración la uva se despalilla y se aplica  maceración carbónica parcial, posteriormente el mosto fermenta durante 20 días en depósitos de acero inoxidable con remontados periódicos. Finalizada la fermentación Palacios Remondo La Vendimia pasa una crianza de 5 meses en tinos de madera y barricas de roble francés.

Este es el vino de entrada de la bodega en el que la fruta es el principal protagonista.
Intensidad media-alta con aromas de fruta roja y notas minerales. Entrada fresca y agradable. Paso sabroso, fruta. Fácil de beber, agradable. Final medio.
15,8

Una cata estupenda, gran descubrimiento el Amancio que maravilló a la mayoría.
Una vez más, agradecer a Gabri y a Santi los comentarios sobre los vinos en las hojas, que son el reflejo de nuestra opinión en este blog y animar al resto a que también colaboren.
Y como no, una mención especial a Chechu por el trabajo y el mimo que pone para que todo salga a la perfección.



CHECHU TE QUEREMOS!!

sábado, 11 de junio de 2016

EL ROBLE I - UN CONOCIMIENTO MÁS PROFUNDO


Foto de Biblioteca del Sumiller.


El roble es el material con el que se fabrican las barricas que luego servirán para someter al vino a crianza. También se utiliza para fabricar otro tipo de recipientes como fudres, depósitos de fermentación, etc. Por crianza entendemos el proceso controlado de envejecimiento y maduración durante la cual el vino desarrollara características especiales.
Las razones por las que el vino se somete a una crianza en barricas de roble se podrían resumir en: el roble contribuye a realzar los caracteres gustativos y aromáticos del vino al tiempo de aumentar su potencial de envejecimiento y los hace más estables.
Tipos de roble:
De los cientos de especies de roble que existen se pueden clasificar en dos grandes grupos:rojo y blanco. El rojo es demasiado poroso y por tanto no vale para la elaboración de toneles estancos.

Entre los robles blancos hay que distinguir entre el americano “quercus alba”, que es el más rico en tilosa y por tanto se puede serrar y las especies francesas de “quercus sessiflora y quercus robur”, estos últimos con menores contenidos de tilosa y por tanto no se pueden serrar, es necesario tener que rasgar la madera siguiendo las líneas de sus vetas para que no haya filtraciones. Esta operación se conoce bajo el nombre de hendido.
La madera ha de ser lo suficientemente porosa como para permitir un paso lento y contínuo de oxígeno y además ceder cantidades moderadas de compuestos fenólicos, extracto seco hidrosoluble y taninos responsables de la corporeidad.
Se puede realizar una clasificación por regiones de los robles franceses atendiendo al tamaño de los poros. A mayor velocidad de crecimiento mayor es el tamaño del poro y éste se encuentra en función del clima, origen geográfico y botánico. Dentro de una misma región y especie hay una variabilidad de crecimiento en torno al 30%. Por ello hay a su vez diferencias de calidad en cada región dentro de la misma especie.

Procedencia-tamaño del poro
• Limousin 4 – 5 mm
• Vosgues 2 – 4 mm
• Centro de Francia 1 – 2 mm
• Allier (dentro del Centro Francia) < 1 mm

A mayor tamaño del poro mayor cantidad de extracto seco y taninos y menor cantidad de compuestos aromáticos y viceversa. El roble Limousin es de crecimiento muy rápido, por ello sus poros son muy grandes, siendo adecuado para brandies que necesitan una oxidación superior a la de los vinos. Los vinos criados en barricas de roble Limousin resultan demasiado astringentes y poco aromáticos, sin embargo los criados en roble de Allier son perfumados y suaves en boca.
La legislación de EEUU exige que el bourbon madure en barricas de roble nuevas que suelen tener unos tiempos de secado muy cortos y un tostado muy fuerte. Las primeras barricas que se utilizaron para la crianza de vinos habían sufrido el mismo tratamiento y los resultados no fueron muy buenos. Cuando empezaron a utilizar los mismos criterios que los toneleros franceses para la fabricación de barricas la historia cambio considerablemente consiguiéndose unos vinos con unas cualidades extraordinarias.
Según Álvaro Palacios, bodeguero en Priorato y gran experto en barricas, no hay robles necesariamente mejores sino más adecuados a uno u otro estilo de vino. El roble francés da un sabor más seco y por tanto armonizan mejor con vinos de impresiones más dulces, mientras que el roble americano es más dulce y por ello combina mejor con vinos más delgados o de gusto más seco.
Las principales regiones americanas de cultivo de roble son Minnesota, Wisconsin, Kentucky, Arkansas, Tenesse, Virginia, las Carolinas y Missouri. La diferencia de precio por lo tanto entre una barrica americana y una francesa, que es casi del doble, se debe más al desperdicio de la madera del roble francés que debe ser hendido (la madera es rasgada siguiendo las vetas de la madera) mientras que el americano se puede serrar que a una diferencia de calidad entre ambos.
El roble empleado tiene que tener un mínimo de 100 o 150 años . Si es americano se procede a serrar y si es francés se hiende para fabricar las duelas. Posteriormente se procede al secado. Este puede ser de dos formas, al horno, que es de baja calidad, o al aire, necesario para las barricas de calidad. Las duelas se dejan en la calle a la intemperie un mínimo de un año, aunque lo ideal sea de 16 a 24 meses. No solo se elimina la resina sino que experimentos recientes han demostrado la existencia de una gran actividad microbiana que transforma las sustancias amargantes presentes del roble produciendo otros compuestos como Whisky-lactona.
Fabricación de las barricas.
Una vez que las duelas están secas, se procede a su combado. Se someten a un calentamiento bien con agua caliente a presión o con el empleo de fuego. Éste puede ser directo o protegido, dando a la madera un grado de tueste bajo, medio o fuerte.

Mientras más alto es el tueste menos tánicos resultan los vinos, pues el interior de la barrica queda recubierto de una capa de madera carbonizada. Además aparecen aromas complejos con caracteres ahumados, y se potencian las notas de vainilla y coco. Se considera ideal un grado de tueste llamado medio-plus, aunque ésto depende de la estructura del vino.
Las duelas pueden tener grosores variables, 22mm para las barricas llamadas tipo Château y 27mm para las de transporte. El grosor tiene una influencia directa respecto a su resistencia mecánica y sin embargo es muy moderada respecto a la oxidación. Por otro lado el número total de duelas es variable, de 18 a 25. Aquí si que hay un aumento de oxidación en la medida en que el número de duelas sea más elevado.
Tamaño y edad de las barricas.
El tamaño de la barrica ha quedado determinado de forma empírica en cada una de las zonas clásicas de elaboración. Así por ejemplo en Burdeos son de 225 litros, mientras que en Borgoña suelen ser de 300. La diferencia obedece a la corporeidad de los vinos. Los Burdeos son generalmente más corpulentos que los Borgoña y por ello emplean barricas más pequeñas.

Se ha comprobado que si la barrica es menor de 200 litros hay demasiada superficie del vino en contacto con madera, resultando exagerada su influencia gustativa. Si por el contrario la barrica es de más de 600 litros, la influencia de la madera sobre el vino es escasa, especialmente después de un primer uso.
Mientras más nueva es hay un mayor aporte de aromas y taninos. Con el paso del tiempo se van quedando recubiertas de una capa de tartratos, sales naturales, que hacen de la barrica un recipiente virtualmente inerte e impermeable. Las barricas se deprecian un 30% al primer año de uso, un 50% en su segundo año y en cinco años valen sólo un 10% de su valor original.

Bibliografía: Blog de Terroaristas.

lunes, 6 de junio de 2016

¿Te sabes el nombre de las botellas?

Es de dominio público que el vino evoluciona de manera diferente cuanto mayor sea la capacidad de la botella donde descansa. La evolución será mucho más rápida cuanto menor el tamaño de la botella. Esto es así hasta un determinado volumen, a partir del cual, el vino evoluciona de manera idéntica. El tamaño considerado estándar es el de 75 cl. Se dice que esos 75 cl obedecen a la capacidad pulmonar de una persona, en la época en la que la fabricación de vidrio se hacía por soplado, de manera artesanal.
Pero la gama de tamaños no se detiene ahí, por debajo cada vez adquieren más protagonismo, volúmenes inferiores del líquido fermentado, impulsados por diferentes condicionantes (económicos y sociales principalmente). La botella de 37,5 cl y de medio litro son cada vez más empleadas y solicitadas.
Si por debajo de esa medida estándar los volúmenes presentados quedan bien definidos, por encima la selección de contenedores de vidrio para el líquido parece no tener fin, quedando en muchas ocasiones perfilada por elementos cuya finalidad es la decoración más que la de servir de elemento protector del vino. Los más habituales podrían ser:
Magnum, equivale a 2 botellas (1, 5 litros). es la que asegura unas mejores condiciones de evolución del vino que guardan. En línea ascendente la seguiría la Jeroboam, de capacidad de cuatro botellas stándar (3 litros). Tras ella, la Rehoboam con un volumen idéntico al de 6 botellas stándar (4,5 litros). y detrás la Mathusalem (6 litros, 8 botellas), la Salmanazar (9 litros, 12 botellas), la Baltasar (12 litros, 16 botellas), la Nabucodonosor (15 litros, 20 botellas), la Solomón (20 litros, 28 botellas) y la Primat (27 litros, 36 botellas).
La utilización de pomposos nombres judíos, hebreos, bíbilicos y babilónicos utilizados para bautizar tan peculiares botellas obedece a la intención que desde tierras francesas se buscaba de asociar glamour con vino.
Y ya aprovecho y os invito a que probeis, si alguno no lo ha hecho aún, los vinos de Yllera, los encuentras en muchos supermercados y RCP están magníficos.

Diferencias entre crianza, reserva y gran reserva










Hoy hablaremos sobre un tema básico, las diferencias y requisitos para que un vino pueda denominarse Crianza, Reserva o Gran Reserva.
Esta clasificación, que solo existe en España, establece una serie de requisitos para la clasificación de los vinos blancos, vinos rosados y vinos tintos.
Para realizar esta clasificación los vinos tintos tienen unas exigencias y los blancos y rosados tienen otras. También hay algunas diferencias según sea la Denominación de Origen de los vinos, esto lo veremos al final del post.
Antes de nada, os pongo un enlace al artículo 3.b de la Ley de la Viña y el Vino 24/2003, del 10 de julio de 2010, donde se explica qué requisitos son necesarios para que los vinos reciban las menciones de Crianza, Reserva y Gran Reserva.
También se establece que la crianza de los vinos se debe realizar en barricas de roble que tengan una capacidad máxima de 330 l. y los períodos mínimos de crianza en barrica y botella deben ser:
Crianza: 
  • Blancos y Rosados: total crianza 18 meses, de los que al menos 6 tienen que ser en barrica.
  • Tintos: total crianza 24 meses, con un mínimo de 6 meses en barrica.
Reserva:
  • Blancos y Rosados: total crianza 24 meses, de los que al menos 6 tienen que ser en barrica.
  • Tintos: total crianza 36 meses, de los que por lo menos deben estar 12 meses en barrica.
Gran Reserva:
  • Blancos y Rosados: total crianza 48 meses, de los que mínimo 6 tienen que ser en barrica.
  • Tintos: total crianza 60 meses, con 18 meses en barrica por lo menos.
Como decíamos antes, hay algunas variaciones según la denominación de origen. En las D.O Ribera de Duero y Rioja, la mención crianza exige al menos un período de 12 meses de barrica en el caso de los vinos tintos. Además, la DOCa Rioja, indica la utilización de barricas de 225 l. de capacidad.
Estas clasificaciones son exclusivas para España y no se utilizan en los vinos de otros países, además, simplemente indican el período de crianza del vino, no su calidad, dado que los matices que aporta la crianza al vino pueden gustar más a unas personas que a otras.

¿Cuanto tiempo dura una botella de vino?


Cuánto tiempo dura una botella de vino es un aspecto importante a conocer por un buen sumiller, por cualquier amante de los vinos que tenga una pequeña bodega en casa o incluso a la hora de comprar vino, porque no siempre nos van a vender el vino en su añada óptima. El vino es un producto vivo que evoluciona con el tiempo, por lo que presenta una curva o ciclo de vida como todos nosotros.

Ciclo de vida del vino

El vino nace en los tanques de fermentación, ahí tiene mucha fuerza y energía como cuando nacemos.
Después pasa un tiempo en barrica donde está aprendiendo y acumulando sabiduría, lo que podríamos comparar con nuestros años de estudio. ¡Ojo! Que hay quien no ha estudiado por uno u otro motivo.
Llegado un momento el vino se embotella, se encorcha, encapsula y etiqueta. Nos diplomamos!
Ahora llega el momento de la crianza en botella, donde el vino se redondea, comparable con nuestra salida al mercado laboral donde debemos curtirnos todavía para ser más competitivos.
Pasado este tiempo el vino está listo para ser disfrutado por otros, conocemos a gente, tenemos relaciones más o menos duraderas, pero ¿estamos en nuestro mejor momento? El vino todavía puede mejorar durante algunos años, nosotros también podemos seguir aprendiendo, en este caso de la gente que nos rodea y de nuestro entorno.
Finalmente llega la época de consumo óptimo del vino, llega su madurez y equilibrio físico y mental. Después de este momento el vino entrará en una curva descendente, que puede ser más o menos brusca, depende de cómo lo cuidemos o nos cuidemos.
Cuando alcanza cierta edad, el vino empieza a perder esa fuerza que tenía, puede incluso avinagrarse y volverse más agrio, cuando llega este momento y cómo depende en parte de nosotros y de toda la vida que ha tenido desde su nacimiento.
La fuerza que se menciona al principio, que marca el punto óptimo de consumo del vino y cuanto dura una botella de vino en nuestra bodega, se suele relacionar con la acidez del vino, que le da el equilibrio al vino.
Aunque cada vino se puede decir que tiene su ciclo de vida, se pueden hacer algunas vagas recomendaciones generales sobre el momento óptimo de consumo, o la duración máxima de los vinos, siempre que se haya puesto atención y se haya conservado en óptimas condiciones.

¿Cuánto tiempo dura una botella de vino en nuestra bodega?

  • Vinos espumosos de calidad (método tradicional champanoise), vinos blancos jóvenes o vinos rosados. Entre 1 – 3 años.
  • Vinos espumosos de calidad o vinos blancos con crianza en madera. Entre 3 – 5 años.
  • Vino de maceración carbónica (beaujolais nouveau o novello). Dentro del primer año.
  • Vino tinto joven o Cosecha. Entre 1 – 3 años.
  • Vino tinto Crianza. Entre 3 – 6 años.
  • Vino tinto Reserva. Entre 6 – 8 años.
  • Vino tinto Gran Reserva. Más de 10 – 12  o muchos más años, depende mucho de las características del vino.
Todos estos datos son una pequeña orientación que debe tomarse como tal.